Ánfora Amante

Sé que de arcilla estoy hecho
porque de arcilla me hiciste;
y sé, mi Dios, que pusiste
en el cofre de mi pecho

un corazón para amarte
formado también de arcilla
y que hoy ante Ti se humilla
porque quiere suplicarte

que lo tomes en tus manos
y que de ellas el calor
lo purifique, Señor,
de sus pensamientos vanos.

Quiero que su vanidad
se esfume y desaparezca;
quiero que, al fin, se te ofrezca
con verdadera humildad
que es agua que necesitas;
y si ofrecértela quiero
es porque quiero, Alfarero,
que esas tus manos benditas

realicen en lo adelante
tu ilusión y mi ilusión:
de este térreo corazón
hacer un ánfora amante.

¡Anfora amante,Señor!
Y, para que amante sea,
necesario es que se vea
rebosante de tu amor.

Y si de tu amor rebosa,
aun cuando es toda de arcilla,
lo será de maravilla
por fulgente y luminosa.

Y luminosa y fulgente
lo será, porque un amor
todo luz y resplandor
es tu Corazón ardiente.

Quiero cumplir mi destino.
¡Haz, Don sobre todo don,
ánfora mi corazón
de tu Corazón Divino!

José A. del Valle
Miami, 2 de Sep. de 1980