Libreta 8a. Pág.53 – Obra No.  789
Con un Romance, se hace eco enardecido,
del grito de San Juan: “¡Dios es Amor!”

Eco Sublime


Te reclinaste San Juan,
sobre el pecho del Señor.
Escuchaste los latidos
de su amante Corazón.
Te extasiaste al escucharlos
y, cuando tu alma salió
de aquel éxtasis sublime
prorrumpiste a viva voz
y en santo ardor exaltado:
¡Hermanos!...¡Dios es amor!

Tus palabras en mi alma
yo no sé quién las grabó.
No lo sé; mas, juraría
que fue el bueno de mi Dios.
Sólo sé que ella las guarda
como sublime lección.
Sólo sé que en mí resuenan
como un eco de tu voz
que, al salirse por mi boca
diciéndole a todos voy
obseso y enardecido:
¡Hermanos!... ¡Dios es amor!

José A. del Valle
Miami, 10 de Oct. de 1982