Si es así, Señor...

¿Cómo es que la inspiración.
Señor, la que me otorgaste
siendo joven, la atenuaste
dentro de mi corazón?

¿Cómo es que si te amo más
hoy que ayer que te olvidaba,
mi juventud te cantaba
mucho mejor? Tú sabrás

a qué se debe Señor;
porque si el amor inspira
me parece que hoy mi lira
debe cantarte mejor.

¿No será que Tú deseas
que yo, silenciosamente
el corazón y la mente
te entregue como preseas?

¿No será que es tu alegría
que las almas se te den,
y me prefieras, mi bien,
a mi pobre poesía?

Y, ¿no será que te agrada
más que el verso la oración,
y que por esa razón
cuando mi alma se anonada

en contemplarte y amarte
y sólo tu amor te pide,
haces, mi Dios, que se olvide
de los versos y del arte?

Si es así, Señor, que crezca
te pide mi corazón
la santa flor de la unción...
¡y que mi lira enmudezca!

José A. del Valle
27 de Julio de 1983