Libreta 6a. Pág.121 - Obra No. 525
Octavilla en el que la señala a los abuelos su
responsabilidad moral para con la propia familia.

¡Cuidado!


En ti va el porvenir de tus hijos.
En ti va el porvenir de tus nietos.
En ti va el porvenir de los tantos
que en las naves abstractas del tiempo,
de tu sangre teniendo más gotas,
de la vida entrarán en el puerto,
de la misma manera que entraste
con las gotas que diote tu abuelo.

Cuida bien que tus gotas no vayan
saturadas de morbo o veneno.
No emponzoñez la fuente sagrada
de la vida. Que nunca tus nietos,
por dejarles de herencia tus lacras;
por dejarles deforme su cuerpo,
cuando mueran y a Dios se presenten,
te señalen jamás con el dedo
y uno a uno, llorando, le digan:
¡Este ha sido el culpable, mi abuelo!

José A. del Valle

San Juan de Pto.  Rico, Mayo 9 de 1976