Libreta 6a Pág. 220 - Obra No. 581
Invita al artista y al hombre de ciencia
dejarse iluminar por la Luz de Jesús

Ten Cuidado


El artista y el hombre de ciencia,
además de constancia y paciencia
para ver de manera esplendente
coronada su noble misión,
necesitan la luz de la mente
y otra luz: la que alegra la vida
y la torna en vereda florida:
¡La del corazón!

Si hay un pez al que llámole estrella
porque tiene luz propia y con ella
ilumina la zona abisal,
así el genio del arte o la ciencia,
con luz propia su senda ilumina,
y su grata labor la culmina
con obra genial.

¿Tienes luz para el arte o la ciencia?
Para ellos no más y a conciencia
la debes usar.
Ten cuidado que Orgullo seduce.
El camino que a Dios le conduce
no pretendas con ella alumbrar.

Para andar por el santo camino
que nos lleva al eterno destino
no sirve tu luz.
Infeliz del que nunca comprenda
que no hay otra que alumbre esa senda
que la luz de las almas: ¡Jesús!

José A. del Valle
San Juan de Puerto Rico,