Libreta 6a. Pág. 135 - Obra No. 534
Romance en el que medita sobre el poder
sublime o a su vez destructivo que resulta
de la unión de la Ciencia y el arte.

Dos Alas


Ciencia y arte: las dos alas
que, si con límpido amor
supiese usarlas el hombre,
puede llegar hasta Dios.
Para la ciencia, cabeza;
para el arte, corazón,
con el ideal sublime
de hacer al hombre mejor.
Pobre del que, porque sabe
resolver una ecuación,
o a mamá Naturaleza
arrebatarle uno o dos
de los secretos sin cuento
con que el Señor la dotó,
sólo cree en la materia
y no en el Dios del amor.
Y, ¡ay de aquel que el don divino
de la santa inspiración
lo prostituye con obras
que destruyen el candor
de las almas inocentes!
¡Comete un crimen atroz!
Ay del infeliz que ignore
que el arte y la ciencia son
dos alas que el hombre tiene...
para su eterno dolor,
si las bate con la fuerza
de una mezquina pasión;
y para el eterno gozo;
para poseer a Dios,
si las remonta hacia el cielo
con la fuerza del amor.

José A. del Valle

San Juan de Pto. Rico, 30 de Junio de 1976