Estás allí para Premiarnos.

Hay en la cumbre de “Isabel de Torres”,
la imponente montaña
que se yergue en los campos primorosos
de la bella región de Puerto Plata,
un Cristo gigantezco
que, a pesar de lo ingente de su talla,
yo, que estoy en Sosúa y que pretendo
dominar con la vista la distancia
porque deseo verlo, no he podido
satisfacer mis ansias;
la niebla persistente de la cumbre
por capricho tenaz me lo recata.
Sé que allí estás, Jesús, por escucharlo
de muchos hombres de veraz palabra.
Así también tu Iglesia inmarcesible,
que es eco fiel de tu palabra santa,
me dice que en la cumbre de otro monte
que es tu reino de paz y de bonanza,
aunque hoy no te vea
porque niebla perenne te recata,
estás, Jesús, mas, no para que el hombre
te contemple a distancia.

Estás allí para que a ti lleguemos
con esforzada marcha
salvando los barrancos
que tiene de la vida la montaña.
Estás allí para premiarnos, Cristo,
con un beso de paz y de bonanza,
que de bonanza y paz beatificantes
eternamente nos inunde el alma.

José A. del Valle
Sosúa, República Dominicana, 28 de Julio de 1979