Libreta 8a. Pág. 115 – Obra No. 835
Con Pareados y Redondillas hace una oración reparadora

Santa Labor


Pruebas ofrece la ciencia,
Dios mío, de tu existencia.

Proclama Naturaleza
tu poder y tu realeza.

Y nos dice el universo
con su rítmica armonía
que eres Tú la Poesía
y él de Ti tan sólo un verso.

Y el hombre de Ti nos dice...
¡ay, Señor! Causa dolor
ver que hay quien con rencor
te detesta y te maldice.

Hay, en cambio, el que te adora
y la rebelde actitud
y terrible ingratitud
de quien te ofende, deplora.

Hay el que vive pendiente
de servirte, de agradarte,
de honor rendirte y de amarte
sincera y profundamente,

con esta doble intención:
Reparar del atrevido
todo cuanto te ha ofendido,
y porque es su obligación.

El amor que en él pusiste
es quien lo mueve a salvar
esas almas que crear
con celo y amor supiste.

Es que le duele, Señor,
que se pierdan como cosas
esas almas tan valiosas
en que pusiste tu amor...

y tanto, que te inmolaste
en el Calvario por ellas.
Prueba: Las profundas huellas
que en manos y pies dejaste.

Amor pusiste al crearlas
y mucho mayor amor,
puesto que fue con dolor,
empleaste al rescatarlas.

Los que te amamos juramos
tanto afanarnos por ellas
que, aunque suframos tus huellas
y otro Calvario suframos,

no abandonar la labor
para que tras la victoria
te digamos...y en tu gloria:
¡Aquí las tienes, Señor!

Miami, 30 de Mayo de 1983