Mi Anhelo

A tu imagen, Señor, nos hiciste.
Por eso nos diste
de esa luz increada que eres
el rayito de nuestra razón,
y colmaste de amor; de ese fuego
que nos llena de gozo al nombrarte
y nos hace, Dios nuestro, adorarte,
nuestro corazón.

Además de la luz y del fuego
que a todos has dado,
otro don en mi alma has dejado:
el del numen; con él sólo anhelo
que tengamos atisbos del cielo,
Señor, desde aquí,
y del fuego y la luz hacer alas
que al impulso del arte y sus galas,
esas almas que van a mi lado
y que tanto, Jesús, te han costado...
¡las lleven a ti!

José Andrés del Valle
S. Juan de Pto. Rico, 16 de Enero de 1977