Home > Sus Poesías > Poesía Religiosa > Como yo te veo
Libreta 4a.  Pág. 101 - Obra No. 322
Romance Octosílabo, ferviente ante un Jesús Niño
en el Sagrario, donde pequeño lo ve para su pequeñez.

Como Yo Te Veo


¿Cómo estás en el Sagrario?
¡Adorable Jesucristo!
¿Estás como Rey de reyes,
con cetro, corona y nimbo,
con la majestad y gloria
con que estás en el empíreo?

¿Estás, acaso, mi Dios,
humildemente vestido,
de modo igual al que estabas
cuando, como un peregrino
ibas cargado de sueño,
con sed, con hambre y con frío;
a todo rigor expuesto;
del mundo por los caminos
con una túnica pobre
y unas sandalias sin brillo?

O...¿estás como yo te veo?
(Que es decir que te imagino)
Recostado en un pesebre
despierto ¡Jamás dormido!
Hecho niño por nosotros,
pero tan chiquirritico,
que el pesebre de una hostia
te da cabida y abrigo.

Hecho niño por nosotros
en Belén y en cada sitio
donde un sagrario se yergue,
cual otro portal divino,
con la estrella sacrosanta
de tu gracia Jesucristo.

Hecho niño por nosotros;
que si no te hicieses niño,
aun cuando lo puedes todo,
no concibo, no concibo
cómo ibas a albergarte
para darme vida y bríos,
en un corazón cual éste;
un corazón como el mío
que, aunque dice que te adora,
(y no miente, Jesucristo,)
es en amores escaso
por estrecho y pequeñito.

Hecho niño por nosotros
como para repetirnos
con ese ejemplo peremne
y ese milagro contínuo:
“No entraréis nunca en mi Reino,
si no os volvéis como niños”.

José A. del Valle

San Juan de P. Rico, 23 de Marzo de 1969