Pompa de Jabón

Está Alejandrito,
mi buen nietecito,
al aire lanzando,
muy suave soplando,
pompas de jabón.
El aire las lleva,
las baja y eleva.
Si al sol se calientan
sin ruido revientan,
de tenues que son.

Las miro perderse
y al aire mecerse.
Y al verlas brillantes
y tan fulgurantes,
me doy a pensar:
Hay caras cual ellas,
fulgentes y bellas
que sólo desean
que todos las vean
lucir y brillar.

Son almas livianas,
ilusas y vanas;
de vida engreida,
que van por la vida...
¡con qué corazón!
Con uno tan frío,
liviano y vacío,
que no es otra cosa
que una vanidosa
pompa de jabón.l

José A. del Valle
8 de Julio de 1979