Libreta 9a. Pág. 84 – Obra No. 934

Hojas y Almas


Cuando al árbol el viento acaricia
¿ríen, cantan o lloran las hojas?
Tú que sabes de cosas tan altas
y cosas tan hondas...
¡responde, poeta!
-Ni se ríen, ni cantan, ni lloran.
¡Suspiran! Suspiran
porque el viento a regiones remotas
las transporte en sus alas inquietas
porque sueñan con otras auroras.

Veo en ellas las almas que sueñan
locamente, por ser soñadoras,
con que el viento del hado las lleve
en sus alas asaz caprichosas
y las deje, posar suavemente
en tierras ignotas,
creyendo que en estas
la conquista obtendrán de la gloria.

Cuántas almas dejaron la patria;
cuántos compatriotas
se ausentaron de Cuba soñando
repletar de dinero la bolsa.
Cuántos hay que también la dejaron
por no ver que el tirano y sus hordas
del cubano la fe en Jesucristo
en tratar de aplastarla se gozan
(aun sabiendo que no han de lograrlo)
con el duro talón de sus botas.

Los que alegres se fueron, y aquellos
que al partir los hirió la congoja...
¡Todos! ¡Todos con honda nostalgia
hoy por ella suspiran y lloran!

José A. del Valle
Miami, Sep. 26 de 1984