Libreta 9a. Pág. 65 – Obra No. 826
Nota:
(Viene de la libreta 8a., en la
pág. 98 y con este número de Obra)

Dos Flores

(A mi madre en el día de las madres)


Hoy, segundo domingo de mayo,
Día de las Madres,
en las alas de tierna plegaria
que elevo a Dios Padre,
de cariño filial, madre mía,
te rindo homenaje.

Si esta flor de tan célica albura
como el alma que Dios quiso darte
y que llevo en el pecho, muy pronto
la veremos los dos marchitarse,
no así tu recuerdo:
Tu recuerdo...¡imposible, mi madre!

Tu flor blanca con otra muy roja
con orgullo las saco a la calle
uniditas. ¡las dos unidita!
¿De quién es? Ya querrás preguntarme.
Nada temas; la roja es de Aquella
que es de Cristo purísima Madre...
y lo es tuya y lo es mía y de todos;
aun de aquel infelicepedante
que creyendo bastarse a sí mismo,
no se digna por Madre invocarle.

¿Te imaginas, mamá, la alegría
que la tierra podría prestarle
a los cielos, si todos quisiesen
con filial regocijo imitarme?
Qué contenta estaría María;
cómo habría Jesús de alegrarse
si escuchasen que a todos decimos
con el místico y santo lenguaje
de una flor encarnada en el pecho:
¡María es mi Madre!

José A. del Valle