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Libreta 10a. Pág. 144 – Obra No. 1085

A Colunga, a mis Familiares y al Monte Sueve

1.
España, quiero volver
a ver tus rías gallegas
y a pasearme por tus vegas
en un albo amanecer.
Y el pie de nuevo poner,
aunque llueva y aunque nieve,
(que a todo mi afán se atreve)
en ese monte que ostentas;
con el que al marino orientas
y es tan asturiano: ¡El Sueve!

2.
Y, ¿de qué rincón mejor,
Asturias, que de ese tuyo
que muestras con noble orgullo
al que a ti llega; esa flor
de puro y límpido albor
que de la astur geografía
es Colunga, se podría
contemplar, como merece,
lo inenarrable que ofrece
del Sueve la poesía?

3.
Quiero volver a tus lares,
Colunga, para admirar
de nuevo el Sueve y charlar
con mis buenos familiares.
Volver a oir los cantares
de esos carros que en tus llanos
y en tus montes soberanos
con su rústica armonía
pregonan la poesía
de los campos asturianos.

4.
Quiero visitar también
la cuevita donde Aidina
de mercancías muy fina
tiene repleto almacén
en el que le va muy bien,
aunque ella dice que mal.
Llegar después al Mefal,
y a Pepita, que es tan buena,
pedirle media docena
de “figos”de su “figal”

5.
Saludar a Marisol
que en su quiosco bien surtido
años ha que ha resistido
tanto el frío como el sol.
Y en el bar tan español
que es el famoso Pintueles,
con lápiz y con papeles
charlar con mi primo Andrés,
y un fuerte abrazo, después,
darle a Don José Rendueles.

6.
Vuelvo al Pintueles. Si fiel
al cariño siempre he sido,
tengo que abrazar a Olvido,
a Pepe y José Manuel.
No salgo del bar si en él,
para seguir mi camino
porque a caminar no atino,
no bebo siempre primero,
para caminar ligero,
dos o tres chatos de vino.

7.
Voy los míos abrazando
cada vez que a verlos voy:
a Mari Aida y a Eloy,
a Visitación y a Orlando.
Y allá en Coceña, en llegando,
a Enrique y Pepe. Mi afán
y afecto me llevarán
a Lola, Pepe y Maruja
aun cuando el “burrito”cruja
por lo distante que están.

8.
Me voy a casa de Mel;
a él y a su familia abrazo,
y porque es listo y buenazo,
me place charlar con él.
Porque es al trabajo fiel,
desde que despunta el día
trabaja con alegría
y en las labores se esmera.
¡por eso tanto prospera
su límpida vaquería!

9.
A Luis en Villamayor,
y a Olguita mi sobrina,
a Mercedes Zarracina
y a Mari Olga, esa flor
que puso en el piano amor.
Y allá en La Llama, a Pepita
mi sobrina, y a su hijita,
a Ubaldina y Pepe. Luego
huyo de la Llama; es fuego,
y, a ¿a quién el fuego no irrita?

10.
Mari Carmen y Carmina,
tras los abrazos que os doy,
corriendo al Mefal me voy,
le doy un beso a Ubaldina,
luego bajo a la cocina,
y aunque en comer soy un vago,
algo como, bebo un trago
(que allí no suele faltar)
no sin antes abrazar
a Quinita y a Santiago.

11.
Del Mefal, en él doy fin
a mis muestras de cariño
besando a Pablo. ¡Ese niño
con cara de serafín!
Luego al taller de Joaquín;
lo abrazo, y a su chamaco
Jacobo, a Angel, y saco
del bolsillo para dar
y ver a Joaquín fumar
un delicioso tabaco.

12.
Hasta la Riera me voy
y al buen Gonzalo y a Nena,
a Gonzalín y a Elena
fuertes abrazos les doy.
Y puesto que amante soy
de esa bebida tan fina
que es la asturiana “sidrina”,
Gonzalo se va al lagar
para hacerme saborear
una tras otra “copina”.

13.
No puede José María
dejar de llevar mi abrazo
ni los dos un parrafaso
echar de su Cuba y mía.
No sabes con qué alegría
suelo, mi primo, charlar
contigo, para añorar
aquella Cuba querida
que la juventud florida
nos vio a los dos disfrutar.

14.
También dar abrazos quiero
a Teolina,  Emilse, Pin,
y, abrazando a Nacho...¡al fin
doy el abrazo postrero.
Soy amante y soy sincero;
son los míos mi pasión;
si por alguna razón
no ha sido alguno abrazado,
no es que haya sido olvidado.
¡Lo llevo en el corazón!

15.
Con Carlos, Violeta y Teo
en el coche pequeñito
que llamamos “el burrito”,
para solaz y recreo
no perderme ni un paseo,
porque de tarde o mañana,
y hora tardía o temprana,
en lo alegre y lo bonita,
no hay campiña que compita
con la campiña asturiana.

16.
Colunga, si desde ti
miro el Sueve, me parece
que a veces se empina y crece.
Y me digo: Si es así,
y no es sueño lo que vi,
es porque reza y no atina
a ver la Cueva...¡y se empina!
¡Es que es astur; que al rezar
se complace en contemplar
la cara de la Santina!

José A. del Valle