A mis Dos Bisnietos,

hijos de Violetica

1.
Porque eres Joe, el mayor,
debo cantarte primero;
y si es mi canto sincero,
lo es por dictarlo el amor.
Si el amor es el motor
que me mueve a aconsejarte,
un consejo voy a darte;
pero antes de abrir el pico,
esto, mi bis, te suplico:
¡Hazme el favor de sentarte!

2.
La inagotable energía
que Dios te ha dado, muchacho,
y que te hace vivaracho,
pídele a Dios que algún día
la emplees con alegría,
cristianísima bondad,
con amor a la verdad
y unida a tu inteligencia
en no dar tregua a la ciencia
en bien de la humanidad.

1.
Y a ti, Olivia María,
lo primero que decirte
debo, es que al sonreirte
veo en ti la Poesía.
Bisnieta, con qué alegría,
gracia, complacencia y arte
nos demuestras alegrarte
cuando caricias te hacemos.
¡En esa alegría vemos
que vino Dios a besarte!

2.
Y, como Dios se da prisa
en besarte la mejilla,
resulta de maravilla
tu delicada sonrisa.
También del cielo la brisa
te suele mimos hacer.
Por eso solemos ver
que en tus mejillas aflora
la luz astral de la aurora
del más bello amanecer.

Con el alma, José A. del Valle