Libreta 4a.  Pág. 178 - Obra No. 385
Seguidilla con bordón en la que canta la
belleza de las almas que pasan por esta
vida sin mancharse


Extáticas


Una gota de lluvia
bajó del cielo
y a un pétalo muy blanco
de blanco almendro
quedó prendida,
temerosa del barro
que la codicia.

Del sol a los halagos
y al beso tibio,
volvió a subir al cielo
de donde vino,
límpida, casta;
con la virtud que debe
tener el agua.

Las almas que a este mundo
bajan, y quedan
cual mi gota cuidando
de su pureza,
de Cristo al beso,
del éxtasis en alas
suben al cielo.

José A. del Valle

San Juan de Pto. Rico 22 de Sept. de 1969