A Fina Llerandi

1.
Fina Llerandi, sincero,
lo soy desde que nací,
y antes de partir de aquí
de Asturias, a la que espero
otra vez volver, no quiero
irme sin reconocer
y hacer a todos saber
que atesoras la nobleza,
virtudes y gentileza
de la asturiana mujer.

2.
Gozas tanto en obsequiar
al que a visitarte llega
que a pesar de ésa tu brega
y tu intenso trabajar
nadie te puede igualar
en la generosidad
y en la expontánea bondad
en brindar una “copina”,
y es porque la brindas, Fina,
con toda sinceridad.

3.
Y si con el visitante
tienes nexo familiar
le haces comer o cenar
requetebién y abundante
en tu limpio restaurante.
Eso lo experimentamos
un día que aquí llegamos
Violeta, Teodoro y yo.
Con lo que se nos sirvió
bien fartucos que quedamos.

4.
Si obsequiarnos has sabido
al venir a visitarte,
quiero, Fina, demostrarte
que soy hombre agradecido.
No eches jamás en olvido
que soy hombre de oración
y que por esa razón
le pediré a la “Santina”
que sus bendiciones, Fina,
derrame en tu corazón.

José A. del Valle
Repelao, Covadonga, Asturias,
Octubre de 1986