Libreta 9a. Pág. 63 – Obra No. 923

Lira Eterna


Hace mes y medio
que no corto telas.
Sesenta y seis años
duró mi faena:
Si empecé a los doce
y estos se les restan
a setenta y ocho
que ya tengo a cuestas,
sesenta y seis años
son la diferencia.
Por eso el buen día
que saqué esta cuenta...
¡Ni un tijeretazo
doy más en la tienda!
me dije, y al punto
colgué la tijera.

Pero no la lira.
Si nací con ella;
si Dios me la ha dado,
que nunca lo ofenda
le pido, acallando
sus místicas cuerdas.
Si sólo, Dios mío,
cantarte la alegra,
no sólo te pido
que estando en la tierra
sin tregua te cante;
que nunca enmudezca,
sino que en tu cielo,
donde Tú me esperas...
¡cante eternamente
tu magnificencia!

José A. del Valle