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Libreta 6a.  Pág. 168 - Obra No. 551
Da consejos prácticos al  joven creyente de
cómo usar la razón y el corazón en la vida.


¡Sube, Sube, Muchacho!


No des en lo vulgar
y lo ramplón, muchacho.
Y no sigas jamás al populacho;
que tiene mil cabezas, y ninguna
para pensar, cual debe, la utiliza.
No olvides que la plebe
cual nave sin timón, es tornadiza,
y que, cual brizna leve,
a su arbitrio la lleva el demagogo
con ínfulas de sabio o pedagogo
que sus odios atiza.

Para pensar te han dado la cabeza;
para sentir te han dado el corazón.
Usalos con cordura y con nobleza;
que son las piernas con que el alma tiene
que marchar rumbo al cielo en ascención,
y la fe en Jesucristo te la han dado,
por ser fuego sagrado,
para llevarla erguida
e iluminar no sólo
la senda de tu vida,
sino también la del que va a tu lado.

Corazón y cabeza:
Usalos con cordura y con nobleza.
Mantén erguida, de la fe de Cristo
la antorcha orientadora;
No haya tregua en tu marcha, ni una hora.

¡Sube, sube, muchacho!

¡Avanza! ¡No le temas

a los mil improperios y anatemas

con que habrá de insultarte el populacho!

José A. del Valle
S. Juan de Puerto Rico, Oct. 10 de 1976