Ép. y Míst. Pág. 125
Obra No. 54 – Exortación en Rima Blanca.

RIMAS  ALBAS


Si te dieron el don de oir las notas
del “inmortal concierto”
y además del de oirlas,
el divino de llevarlas al verso;
si miras como nadie la existencia
porque llevas el lente del ensueño
adaptado a la cámara de un alma
capaz de amar y de copiar el Cielo,
no empañes ese lente,
no enlodes nunca el verso
con cantares profanos y lascivos;
levanta, vardo, el vuelo
y acércate a ese Dios a quien le debes
el corazón, la inspiración, el genio.
Levántate, poeta, que a tu numen
le será fácil ascender al Cielo
y cantar en torrentes de armonías
las glorias del Eterno,
si no manchas la albura de tus alas
con la carroña del cantar obsceno;
(ese fruto podrido
de cerebros enfermos),
si das a nuestro Dios tres veces Santo
tu corazón de vardo como templo.