Libreta 6a. Pág. 70 - Obra No. 492
Con un Romancillo entusiasma al que camina a su lado
a subir y a subir, que nos espera el premio y quien lo da: ¡Cristo!


¡Arriba!


La vida es un camino
para subir al cielo.
Para subir; recuerda.
¡Para subir! Por eso;
por sernos cuesta arriba
nos cuesta sumo esfuerzo.
Pero, ¡Qué vagos somos!
¡Qué vagos y qué necios!
Qué pronto abandonamos
la lucha por el premio.
Si en éste nuestro mundo
un año es un momento
y penas y trabajos
y glorias y dinero
son breves y fugaces
cual ráfagas de viento,
troquemos en peldaños
las piedras del sendero;
vayamos cuesta arriba
cantando y sonriendo;
gritando entusiasmados
a aquel que al lado nuestro
veamos que flaquea:
¡Arriba, compañero,
que el premio que esperamos
no es vano y pasajero
Si el que nos premia es Cristo...
¡es célico y eterno!

José A. del Valle