Home > Sus Poesías > Poesía Apostólica > En Una Ultreya
Libreta 4a.  Pág. 95 - Obra No. 321
En Décimas se alegra de volver a ver a sus hermanos
cursillistas y más aun por verlos más piadosos.


En una Ultreya

de retorno a Sto. Domingo en unas vacaciones.
Año 1968

Hermanos: con esta Ultreya
logro, por fin, realizar
algo en que me dí a soñar
en mi ausencia de Quisqueya:
Retornar un día a ella.
A ella que con tanto amor
brindome abrigo y calor,
y mi gratitud mostrarle
al saludarla y cantarle
en el Hermano Mayor.

Mi canto y saludo son,
más que pobre poesía
que pueda la lira mía
brindarle en esta ocasión;
más que sentida canción
y que poema inspirado,
eso que nos ha dejado
por la emoción sacudidos:
esos abrazos sentidos
que en Cristo nos hemos dado.

Cuánto gozo al mirar que
es vuestra amada Quisqueya,
por más piadosa, aún más bella
que cuando yo la dejé.
Más piadosa: bien se ve
que no dáis un paso atrás
combatiendo a Satanás.
Ha tiempo, hermanos, que he visto
con que ardor lleváis a Cristo
al alma de los demás.

Vuestro apostólico anhelo
lentamente ha de lograr
el convertir cada hogar
en un pedazo de cielo.
Eso es hoy, para consuelo
de mi corazón sencillo,
el dilecto hogar de Quillo:
del cielo santo rincón,
gracias a tanta oración
y a Dios que nos dió el Cursillo.

Esa semilla de amor
que Cristo sembró en vosotros
germinar la veo en otros,
gracias a vuestro fervor.
Bendiga nuestro Señor
empresa tan santa y bella
de modo tal, que con ella
logréis no un fin, sino dos:
darle mayor gloria a Dios
y mayor gloria a Quisqueya.

Agosto 1968