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Libreta 3a.  Pág. 328 - Obra No. 280
En Décimas ayuda a los cursillistas a hacer
un exámen de conciencia y los anima a un
apostolado lleno de caridad e inspirado en la Verdad

Tu Triunfo en Cristo


Cursillista que aquí estás:
tú sabes a qué has venido:
no sólo a prestar oido:
a echar un vistazo atrás
para observar cómo vas
en tu cristiana jornada:
si con vida regalada
de Maharajá pecador,
o siguiendo al Redentor
con alma sacrificada.

Estás haciendo un recuento
desde el Cursillo hasta aquí;
mirando dentro de ti
con ojo imparcial y atento.
Viniste a tomar aliento
para no volverte atrás.
Para darle a Satanás
una tremenda batida,
llevando a Cristo y su vida
al alma de los demás.

Si es con el diablo la lucha,
no es facililla la cosa:
es difícil, peligrosa,
y por ser muy larga, es mucha.
No es un cantar en la ducha;
que en ella cualquiera canta.
Es una lucha que espanta
puesto que es otro cantar
en el que tienes que usar
alma, razón y garganta.

Alma para amar a  aquel
que te ha ofendido y vejado;
y que aunque está bautizado
se porta como un infiel.
Razón que despierte en él
el dormido corazón
y la dormida razón;
y garganta para hablarle
y a veces, hasta gritarle:
que algunos... ¡muy sordos son!

Pídele a Dios caridad
que ante El te postre y te incline;
y que tu mente ilumine
con la luz de la verdad.
La sombra de la maldad
y la niebla del error,
tienen a la luz terror:
por eso es que disipadas
quedarán con las miradas
de tu verdad y tu amor.

Ser un apóstol de Cristo
es la más alta misión
y el más alto galardón
que en este mundo se ha visto.
Perdóname, pues, si insisto
en que tienes que estudiar
y a todos tienes que amar.
Henchir el alma de ciencia
y de amorosa paciencia,
si en Cristo quieres triunfar.

Triunfar en Cristo es poder
realizar en ti el portento
de ofrecerle el cumplimiento
del cotidiano deber.
Triunfar en Cristo es hacer
que Cristo viva en ti mismo;
y que con ese heroísmo
que Él da de modo rotundo,
en la palestra del mundo
combatir el ateísmo.

Triunfar en Cristo es trocar
toda inquietud en bonanza;
y llevar paz y esperanza
a tu hogar, y a cada hogar.
¡Eso es en Cristo triunfar!
Hacer los hombres mejores;
hacer las espinas flores,
y hacer que dentro de ti
Cristo exclame siempre así:
¡De colores! ¡De colores!

Paterson 8 de Marzo de 1964
Escrito con motivo de un día de retiro
celebrado por los cursillistas de mi
Parroquia Ntra. Sra. de la Providencia.