Home > Sus Poesías > Poesía Apostólica > A los Cursillistas del Curs. No 11 de Newark
Libreta 3a.  Pág. 289 - Obra No. 267
En Décimas presenta como ejemplo a un
compatriota que ya desde Cuba se distinguió
por ser un verdadero apóstol del Rosario.

A los Cursillistas del Cursillo No. 11 de Newark

y a tres que hay en ellos de mi Parroquia.


Cursillistas que dejasteis
ha un momento el Monasterio
a cuyo influjo e imperio
vuestras vidas transformasteis.
Cursillistas que lograsteis
darle a este pícaro mundo
un no redondo y rotundo,
y a Cristo un sí tan sentido
que sé que os ha sacudido
del alma lo más profundo.

Cursillistas que volvéis
a enfrentaros con la vida,
no temáis, que en la partida
seguro que venceréis.
Si en vuestras almas tenéis
la gracia que os hace santos,
¡Fuera penas! ¡Fuera llantos!
¡Fuera dudas y temores...
y vivamos de colores!
Como dicen nuestros cantos.

Además, que hoy es el día
glorioso de Cristo Rey.
De Cristo Rey, cuya ley,
fuente de paz y alegría
si se le acata, energía
nos dará con mil amores,
para pintar de colores
de un confín a otro confín,
y hacer del mundo un jardín
de almas bellas como flores.

Entre vosotros están
tres que mi Parroquia amada
los espera esperanzada;
pues puso en ellos su afán.
A ellos; Benito, Juan
y Rufino, quiero en serio
decirles que al cementerio
no manden nunca al que ataquen.
Cuando del mundo lo saquen,
métanlo en el Monasterio.

A Juan en Cuba traté;
y aunque su modestia hiera,
algo deciros quisiera
porque diciéndolo sé
que gloria a Cristo daré
cual si orase ante el sagrario.
De este hombre extraordinario
diré, de Dios en honor,
que fue el apóstol mayor
que tuvo en Cuba el Rosario.

No vine, Juan, a elogiarte,
vine a decir la verdad
con esa sinceridad
que exigen Cristo y el arte.
Vine de ejemplo a mostrarte.
Cursillistas: imitemos
con el ardor que debemos,
a quien aquí rindo honores.
¡Veréis de cuántos colores
cuántas almas pintaremos!

Paterson, 27 de Oct. de 1963
Día de Cristo Rey.