Libreta 2a.  Pág. 191 - Obra No. 119
Con una Silva continúa, después de 6 meses,
la misma broma con sus compañeros,
igualmente de forma jocosa


Venganza


Poesía recitada en la Unión 105 de
Caballeros Católicos de la Parroquia
de Monserrate, con motivo del fin de
curso de la Academia Comercial
Nocturna de dicha Parroquia.  

Reverendo querido Conciliario;
profesores idóneos de la Escuela;
alumnado eminente; sí, eminente;
tal como lo escucháis; tal como suena.
La prueba la tendréis dentro de un rato;
cuando fluyan de encima de la mesa
los títulos, pergaminos y diplomas,
gritaréis como yo: ¡ si son lumbreras!
Sigamos enunciando: hermanos todos;
distinguida y amable concurrencia.
Seis meses nada más han transcurrido
de aquella alegre y memorable fiesta
con que dieron comienzo en Monserrate
las de Año Nuevo y Pascua y Nochebuena,
y en la que yo, para salir del paso,
abusé un tanto de Descalzo y  Cuenca.
Seis meses nada más han transcurrido
y aquí tienen ustedes al poeta,
sufriendo, el infeliz, de la venganza
las crueles consecuencias.
Venganza y nada más; pues no otra cosa
se me puede ocurrir a mí que sea,
el tener que glosar con nuevos versos
la mismísima fiesta.
Es igual que si a un músico, señores,
le llevasen la pésima encomienda
de ponerle a una letra conocida
una música nueva.
Vengarse y nada más han pretendido
Descalzo y Rafael Cuenca,
con obligarme a hacer versos distintos
con idéntico tema.
Quede aquí consignada, por lo tanto,
mi más formal protesta;
y sepan que otra vez...pero, ¿qué digo?
¡ son muy distintas las veladas estas!
La anterior fue preludio y antesala
de las pascuales fiestas;
fue la aurora de aquellas alegrías
de Año Nuevo, de Pascua y Nochebuena;
fue tan sólo un descanso en la jornada;
un descanso en que hicimos la promesa
de reparar, sin pérdida de tiempo,
las consumidas consabidas fuerzas,
fatigando los platos con el peso
del lechón, el guanajo y la guinea,
para después rendir la otra jornada,
descalzos o con medias,
o en alas del espíritu del vino,
o tomando por botes las madreñas
que al precio de alpargatas  ¡qué baratas!
vende en Neptuno nuestro hermano Cuenca.
En cambio, esta velada
que al amor de esta sala nos congrega,
no es descanso en mitad de la jornada;
es una real y positiva meta;
es un plasmar en realidad alegre
los dorados ensueños de la empresa;
es ver hecha diploma o pergamino
la página final de una libreta,
a fuerza de sudar tinta y sudores
con la pluma y la frente sobre ella.
Es saborear, tal vez, un pastelito,
o refrescar la lengua con Materva,
después de estar un año ¡todo un año!
probando el agrio de la lengua inglesa.
Y es también descansar; y ¡qué descanso!
descansar de la horrible cantaleta
que resulta de oir hora tras hora,
como si fuese un toque de corneta
la voz glacial con que a silencio llama
la campanilla del hermano Cuenca.
Solamente por esto, ¡oh, alumnado!
Bien merecida que tenéis la fiesta.
Yo os felicito con mis malos versos
al par que logro que Descalzo y Cuenca,
en vez de saborear una venganza
cual si fuese una suave panetela,
tengan que saborear el dedo gordo
que logré magullarles con la puerta.

21/6/1947