Libreta 8a. Pág. 73 – Obra No.806
Con rima de Romance lamenta cuán pocos escuchan el clamor
del Divino Pastor y mueren de hambre o víctimas de los lobos

¡Cómo Clama!


Desde el santo redil de la Iglesia
cómo clama el Pastor; cómo clama
invitando a millones de ovejas
distraídas que pacen y vagan
por los campos abruptos del mundo,
a librarse del lobo y su saña,
pernoctando en la paz salvadora
de su santo redil. Cómo clama
el Divino Pastor y ¡qué pocas
hacen caso a su voz sacrosanta!

¡Oh, Divino Pastor! ¿Cómo pueden
ser tan sordas y necias e ingratas,
y ser tantas y tantas aquellas
que queriendo correr a sus anchas
porque ven tu redil como cárcel
siendo bello e ideal panorama
de unos pastos que saben a gloria
y unas puras y límpidas aguas,
a caer en barrancos se exponen,
o del lobo al furor de la garra?

Tú bien sabes Pastor, que me aflige
que no escuchen tu voz sacrosanta;
y es mayor mi aflicción cuando veo
que son tantas y tantas y tantas,
que al igual que los granos de arena
que esparciste por todas las playas
y por todos los cielos estrellas...
¡solamente Tú puedas contarlas!

José A. del Valle
10 de Marzo de 1983