Esta Física Sordera.

Esta física sordera
que sufro, Jesús amado,
y que me mantiene aislado
de la charla callejera
que tanto abunda, quisiera
llevarla como hasta aquí:
ofreciéndotela a Ti
con hondo arrepentimiento,
por tanto lascivo cuento
que deleitándome oí.

Por estar del mundo aislado,
¡gracias, mil gracias, Señor,
porque hoy te escucho mejor
que antaño te hube escuchado!
Mírame a tus pies postrado
ofreciéndote este mal
de mi sordera, con tal
de verse curar, Dios mío,
olvidando su extravío
todo sordo espiritual.

José A. del Valle
Miami, 20 de Nov. de 1982