Libreta 9a. Pág. 33 – Obra No. 907

Dos Soles

¿Ves ese sol refulgente
que cuerpos y plantas baña?
Plantas y cuerpos lo anhelan
porque vida les regala.
Pero hay otro sol también
que no es de cuerpos ni plantas:
Ese sol es Jesucristo
con cuya luz sacrosanta
se alegran y reverdecen
los bellos campos del alma,
porque florecen en ellos
la alegría y la esperanza.

¿Ves cómo, a veces, esquiva
la gente con sus paraguas
la luz del sol porque teme
que ésta le dañe la cara?
Y,¡ay! Cuántos hemos visto
que, cual ciertas alimañas,
salen de casa de noche
para regresar al alba!

Simbolizan los primeros
esas almas olvidadas
de Dios, que van por la vida
con el esquivo paraguas
de una torpe indiferencia
al santo sol de las almas:
y, los segundos, aquellas
verdaderas alimañas,
por lo astutas y perversas,
que, con una humana estampa,
bajo espirituales sombras
se dedican a la caza
de almas confiadas y buenas...
¡sin importarles quien caiga!

Abrele al Sol del amor
los bellos campos del alma;
jamás de la idiferencia
lo esquives con el paraguas
y no vivas en la sombra;
que eres hombre, ¡no alimaña!

José a. del Valle
Miami, 28 de Abril de 1984