Como el Aire

“Si abres el corazón, cierra la boca”,
dice un adagio chino.
Eso dicen los hijos de Confucio
y también lo decimos los de Cristo.
Si abres el corazón; si das la mano
al pobre y al caído,
“que tu mano siniestra no se entere
de lo que hizo tu diestra”. Nos lo dijo
el divino Maestro para darnos
lección, no de altruísmo;
de caridad, que sea como el aire;
que a todos besa, pero nadie ha visto.

José A. del Valle
Miami 10 de Mayo de 1981