Ábrela

Si es cajita de caudales
cerrada tu corazón,
para remediar mil males
desastrosos y fatales,
usa su combinación.

Ábrela y con las dos manos
dale a todos tus hermanos
de tus bondades el oro,
y verás que tu tesoro
se acrecienta. Los cristianos

tenemos esta ventaja
sobre los que no lo son:
que el tesoro nunca baja
porque Dios está en la caja
cristiana del corazón.

José a. del Valle