Libreta 8a. Pág. 58 – Obra No. 794
Con Pareados y en  estilo Madrigal por lo amoroso, en oración
goza la presencia del Señor en su alma y desea repartir esa dicha.

Tu Alegría


Estás en mí, Señor, y tu presencia
me colmó el alma de la santa ciencia
de tu santa alegría.
Señor, Señor, no quiero ser avaro
de ese don tan sublime como raro.
Quiero a todos llevarlo y que las almas
se deleiten en él, como la mía.

No puedo solo yo. Pero me alcanza
tu presencia, la célica esperanza
de repartir tu don.
Sabes muy bien que mi eficacia es poca;
pon, Jesús, tus palabras en mi boca
para hacer que rebose en cada hermano
de tu santa alegría el corazón.

Tu alegría, Jesús, no la ficticia
que derrama diabólica delicia
y que engendra dolor.
¡Tu alegría! La auténtica alegría,
que hace la noche de las almas día,
porque lo inicia con divina aurora
la luz maravillosa de tu amor.

José A. del Valle
Miami, 15 de Nov. de 1982