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Libreta 6a. Pág. 144 - Obra No. 538
Pone en boca de su amigo unas décimas con las que
éste canta con nostalgia las bellezas de su pueblo
y desde el exilio suspira por volverlo a ver.

A Sancti Spíritus

Escrita para y a petición
de Benito Rivacoba

- 1 -
Pido al Espíritu Santo,
Sancti Spiritus, me dé
alto numen con el que
pueda exponer en mi canto
el extraordinario encanto
de tus santas tradiciones
y de históricas acciones
que son joyas de tus manos,
y que los espirituanos
mostramos como blasones.

- 2 -
La cantarina corriente
del Yayabo que te besa
con lengua de plata expresa
de modo más elocuente
que yo, la pasión ardiente
de tu religiosidad,
y esa sedienta ansiedad
que en tus entrañas bullía
por lograr que España un día
nos diese la libertad.

- 3 -
¡Yayabo! Con qué emoción
vi, de niño, en ti la luna;
y fue mi canción de cuna
tu arrulladora canción.
Hoy quiere mi corazón,
agobiado por la pena,
volver a escuchar tu amena
balada desde el destierro;
y, porque el bárbaro hierro
de un insensato encadena

- 4 -
de tu ciudad bienamada
la vida que tiene en Dios,
ella y tú...¡lloran los dos
toda su gloria pasada!
Pero hay fe...y hoy tu balada,
que cantaba su alegría
e histórica poesía,
se hizo oración optimista
pidiendo la reconquista
del gozo que en Dios tenía.

- 5 -
Y Dios habrá de escuchar
tus preces, Yayabo amigo.
Yo rezo también contigo.
Si rezamos a la par
y Dios no puede fallar,
ya me veo paseando
por tu ciudad y cantando
mi retorno a sus altares,
sus rincones y sus lares,
con los que vivo soñando.

- 6 -
Ya de la Iglesia Mayor
el órgano me enardece
y la unción en mí se acrece
y es más vivo mi fervor.
Y doy gracias al Señor
porque mi ciudad querida
vuelve a gozar de la vida
que en el antaño gozó,
y que lloré tanto yo
cuando la di por perdida.

- 7 -
Ya contemplo alborozado
de tu puente colonial
la estructura colosal
y el bello parque sombreado.
Ya veo el rincón amado
donde dicen que nací.
Ya, también, gozando, vi
la casona de los Valle;
de la Amargura la calle;
las de Agramonte y Martí.

- 8 -
La Sociedad, el Progreso
y la Colonia Española.
Y vi la que fue aureola
tuya y del gusto embeleso
por su mantequilla y queso:
la pulcra fábrica Nela
que tuvo por clientela
toda Cuba, y para mí,
por lo que en ella aprendí,
fue la más útil escuela.

- 9 -
Ciudad mía, mi memoria
quiere tu ayer recordar,
y me voy a saborear
las páginas de tu historia.
Y veo, plenos de gloria,
los Sánchez: José Joaquín
y el valiente Serafín;
la audaz revolucionaria
Trinidad “La Solitaria”,
y los tantos que al clarín

- 10 -
que los llamaba insistente
(porque la patria anhelaba
la vida con que soñaba),
con límpia y altiva frente
supieron decir: ¡Presente!
El Fénix, que es el decano
del periodismo cubano,
es el que canta mejor
el entusiasmo y valor
del patriota espirituano.

- 11 -
Te dejo ya, ciudad mía.
Vuelvo al destierro a bregar
y al mismo tiempo a soñar
con regresar algún día.
Me ausento con la alegría
que presta al alma el saber
que pronto habré de volver:
Si cuanto a Dios le he pedido
siempre me lo ha concedido...
¡me lo habrá de conceder!

José A. del Valle