Contra los Pésimos Vates

Quiero que sepas lector,
que nunca ha sido el rencor
la musa que me ha inspirado.
Estos versos que ha trazado
mi pluma, los escribió
porque el amor los dictó
y el amor no es cosa vana.
Fue el amor que, con razón,
le tiene mi corazón
a la lengua castellana.

Muchos que se llaman vates
porque ensartan disparates
en renglones desiguales
de ritmo y rima infernales
y hasta sin ritmo ni rima
que son los que dan más grima,
¿será posible que crean
que los que sus “versos” lean
han de llamarles poetas,
cuando son sus “poesías”
perfectos galimatías
y pésimas cuchufletas
con que pretenden burlarse
de todo lector paciente
que de lo bello a la fuente
va con ansia a deleitarse?

Si abres, lector, algún día
libro alguno que contenga
tan infernal “poesía”,
no dejes que se entretenga
tu mente en cosas así.
¡Ciérralo! Que el disparate
te entorpece y ese “vate”
quiere burlarse de ti.

Jamás las musas inspiran
a esos “vates” que deliran.
Esas ideas extrañas
que parecen telarañas
por lo oscuras y confusas,
en vez de partos de musas
son partos de musarañas.

José A. del Valle