La  Viudez  Acerca  a  Dios

Santa Brígida de Suecia
esta sentencia escribió;
por Dios, sin duda, inspirada:
“La viudez acerca a Dios”.
Y cuánta razón tenía
la santa. ¡Cuánta razón!
Fela, desde que te fuiste
porque te llamó el Señor,
a pesar de que en la vida
vivimos siempre los dos
tan cerca de Jesucristo
como estábamos tú y yo;
hoy, en tu profunda ausencia,
yo no sé, no sé, mi amor,
qué es lo que llevo en el alma;
es como un ardiente sol
que purifica y no quema;
que su fuego y su calor
me refrigeran el alma.
¿Quieres prodigio mayor?
Por eso, por ser prodigio
sin dudas afirmo yo
que lo que en el alma llevo
es de Cristo el Corazón.

Pero, hay más: desde que faltas
le estoy suplicando a Dios
que mi soledad le colme
de su paz y de su amor,
para que el alma se nutra
de santa contemplación
y su presencia la siento
de mi cuerpo en deredor,
y como el pez en el agua,
en él me muevo y estoy.
Y le digo a Jesucristo:
¿Tú en mí y yo en Ti? Señor,
¿cómo es posible que estemos
en tan insólita unión?
Hoy veo que es tu prodigio
mucho mayor y mejor.

Ahora comprendo, mi Fela,
con más clarita razón
de Brígida la sentencia,
y como un heraldo voy
con entusiasmo exclamando:
¡La viudez acerca a Dios!
José A. del Valle