Soldados de la Fe: ya ha resonado
la clarinada que a extender nos llama
el santo Reino de Jesús; la ha dado
nuestro querido Cardenal, y ahora,
como un eco glorioso, la repiten
de Tapaste las grutas y los montes;
y se hace luz; y florecer de aurora;
que va en marcha veloz y arrobadora
despertando cubanos horizontes.
La patria terrenal, en este día
y de Yara en la abrupta serranía,
grito de libertad lanzó a la altura
que descendió a la tierra cual simiente;
y el monte todo floreció en mambises
que, cual nuevos Ulises,
jamás rindieron la gloriosa frente.

La patria celestial, su clarinada,
su grito de Tapaste hoy ha lanzado;
grito de amor; de caridad sentida;
grito que resonando en esta gruta
cada cubano trocará en soldado;
¡ea! que es santa y celestial la ruta;
que está de Cristo y de su amor henchida;
¡que seremos mambises de la gloria
y podrá nuestros nombres y memoria
perpetuarlos el Libro de la Vida!

Soldados de la Fe: nunca olvidemos
que un esforzado Capitán tenemos. (1)
Aquí está con nosotros; que ha querido,
(imitando al soldado de Loyola
que en la inhóspita gruta de Manresa
del Monserrat fragoso,
comienzo diera a su amorosa empresa)
que evoquemos la vida y la figura
del hispano glorioso
en esta gruta de la patria nuestra,
para así, de su ardor inoculados,
valientes y esforzados,
nos lancemos sin miedo a la palestra;
movamos contra el mundo dura guerra,
hasta hacer que el Amor de los amores
derrame de su gracia los favores
sobre todas las almas de la tierra.

José A. del Valle

10/10/1947