Libreta 6a.  Pág. 130 - Obra No. 532
Romance en el que narra la astucia
de la zorra ante la trampa de un león.

Fábula.


Un león viejo y enfermo,
desde la cueva que habita,
a una zorra que cruzaba
por el bosque a toda prisa,
así le gritó: ¡detente!
¿Qué apuro es ése? Mi amiga.
Acércate y charlaremos;
ven a hacerme compañia
para ver si por un rato
mis achaques se disipan.
Y la zorra, con la astucia
con que la caracteriza,
paró muy bien las orejas,
rastreó con olfato y vista,
y a una prudencial distancia
de la cueva, con fingida
y aparente urbanidad
mostrada en una sonrisa,
le dijo al rey de la selva:
con gusto os complacería,
pero observo que las huellas
de los tantos que os visitan,
van todas hacia la entrada;
ninguna hacia la salida;
y eso me da tal espanto
que los pelos se me erizan.
Lo siento, su majestad.
Que tenga muy buenos días.

Y siguió la zorra andando
y buscando, con malicia,
una treta con qué hacerse
de una sabrosa gallina.

José A. del Valle
San Juan de Pto. Rico, 13 de Junio de 1976