Lib. 5a. Pág. 99  -  Obra No. 431
Seguidilla Simple en la que, con una imagen
y también con filosofía, pretende definir los
conceptos: tiempo y espacio.

Torrentera


A la memoria de don Felipe Lizama,
gerente de la tienda de telas La Filosofía,
La Habana, Cuba

El tiempo me lleva;
me envuelve el espacio.
Desde que he nacido
conmigo ha jugado.
¿Qué son? Me pregunto.
y...¿existen acaso?
Que no hay duda en ello
me dicen los sabios.
Palparlos no puedo
ni a verlos alcanzo.
Tacto, gusto, vista,
oído y olfato;
los cinco sentidos
los tengo aguzados
por ver si consigo
desenmascararlos.
Y, a pesar del tiempo
que llevo empeñado
en ver si los veo,
los oigo, los palpo,
o gustarlos puedo,
o logro olfaterarlos...
¡inútil, empeño!
¡No puedo lograrlo!

Pero no desisto.
Persisto buscando
testarudamente
solución al caso...
y a la mente acudo.
Sí, filosofando
o buscando un símil
que pueda aclararlo,
quiero ver si logro
descansar al cabo.

Y, cual si la loca
de la casa hablando
me dijese: Mira,
¿No ves cómo raudo
desciende un torrente?
Pues, tiempo y espacio
son la torrentera
que te va llevando
hacia el mar eterno
que es todo un remanso.
Del espacio el agua
símbolo es exacto,
puesto que te tiene
ceñido y cercado.
Del tiempo la fuga
con que va bajando;
el correr violento,
repentino y raudo.

Tu vivir es eso:
Un rabión, un rápido.
¡Una torrentera
de tiempo y espacio!

José A. del Valle
San J. de P. Rico, 1/1/73