¡No! Tú Puedes y Debes...

Si el vivir es un arte,
es nuestra vida vocación de artista.
Luego, tú que me lees
y yo que te entretengo con mis rimas,
tenemos que dejar en este mundo
huellas de nuestro paso por la vida.
Tenemos que crear; dejar constancia
a los hombres aquellos que nos sigan,
de que no fue nuestra existencia fútil,
inútil y vacía.
Tenemos que dejarles como herencia
obras que, al verlas, persuadidos digan:
“Estos hombres merecen
que la historia los honre y los bendiga”.
Porque, artistas tenemos y tuvieron
ĺas centurias ya idas,
que, quien sus huellas a seguir se atreva;
quien sus oscuros derroteros siga,
marchará entre barrancas y jarales...
¡y acabará por despeñar su vida!
Tenemos que dejar obras excelsas,
cual las de tantos íntegros artistas.
Obras que al alma que se pose en ellas,
la saturen de célica delicia.
Mas, si no quiso el cielo concederte
facultad creadora; si en tu vida
no sientes palpitar eso que llaman
inspiración divina,
no por eso te asalte el pensamiento
de que no eres artista.
¡No! Tú puedes y debes
transformar tu existencia en paradigma
de bondad, de verdad; de esas virtudes
que la vida del hombre dignifican,
y lograrás hacer, como el que crea,
una obra de arte de tu vida.
Una obra de arte
que los hombres, al verla, te bendigan
con la misma emoción con que bendicen
al verdadero artista.

José A. del Valle
Miami, 28 de Oct. de 1979