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Libreta 2a.  Pág.169 - Obra No. 116
Con un romance octosílabo juega y
bromea con un simil de apariencia filosófica

Un Día bajo la Ceiba


Recitada en el Instituto Cívico Militar
de Ceiba del Agua, el día 7 de Mayo de l944,
con motivo del almuerzo y día de campo con
que obsequió la Gerencia de la tienda
"La Filosofía", a sus empleados.

Dice un antiguo refrán
que el que a buen árbol de arrima...
¡ basta! La segunda parte
no es menester que os la diga;
no sólo porque no ignoro
la sabéis de carretilla,
sino porque es esta escena
(urbana al par que guajira)
y a la que tan fresca sombra
la protege y la cobija,
demostración contundente
y evidente y fidedigna,
de que no es ningún idiota,
sino persona muy lista;
de esclarecido talento;
de una visión agudísima;
un consumado filósofo...
el que a buen árbol se arrima.
Y de los árboles todos
que habréis visto en vuestras vidas,
ninguno como esta ceiba
corpulenta y frondosísima,
para hacerle competencia
al cuerno de la Ambrosía.
¡Oh, tú, filósofo Diógenes!
que dentro un tonel vivías
y el agua sólo en la mano
quisiste beber, no digas
que tu vivir fue más cuerdo
que este nuestro; no, ¡mentira!
¿Cómo vas a comparar
tu triste filosofía,
tu vida oscura, en penumbra,
dentro de una sucia pipa,
con ésta nuestra existencia
bajo esta ceiba fresquísima
que, si del agua la llaman
debe de serlo bendita,
porque produce unos frutos
que son la gloria mismísima?
Frutos de tales encantos,
que son una maravilla;
porque a más de regalar
al gusto con su ambrosía;
dejan también en el alma
esa esencia sacratísima
del recuerdo perdurable
que la gratitud fabrica.
¡Ah! Si los hombres pudieran,
ceiba buena, ceiba amiga,
filosofar a tu sombra
como nosotros, ¡qué dicha!
Si esta escena democrática
que tu follaje hoy cobija
tuviese el globo terráqueo
por escenario, sería
por los siglos de los siglos
la raza de Adán bendita.
Filosofemos, amigos:
¿No está "La Filosofía"
bajo esta ceiba esta tarde?
Por eso mi tosca lira
filosóficos conceptos
quiere ajustar a la rima.
Ceiba buena, ceiba noble,
cieba casta, ceiba amiga,
déjame bajo tu sombra
colgar mi hamaca guajira
para, así como el marino
que Rubén Darío nos pinta,
ve en el humo que despide
su larga y negruzca pipa;
la tierra cálida y dulce
que de una tarde a la brisa
y en un bergantín ligero
dejó en el confín perdida,
pueda yo soñar, buen árbol,
de tu sombra a las caricias,
con los albos horizontes
de la igualdad cristianísima
y el reino azul de la paz
que duerme en mi fantasía.
Pero no, que el tiempo apremia,
y es hora ya que te diga
que te damos sin ambages
las gracias más efusivas
por esta acogida tierna
cuya memoria bendita
nos durará tanto tiempo
como nos dure la vida.
Claro está que el darte gracias
es darlas muy cordialísimas
a esta institución docente
que tanto a Cuba prestigia.
Es darle al Dr. Bock,
que la rige con pericia;
a los empleados todos;
a los niños y a las niñas...
y un abrazo al cocinero
y a los pinches de cocina;
no sólo porque con ellos
no debe tenerse riñas,
sino porque en realidad
dieron pruebas fidedignas
de que el arte lo manejan
a las cienmil maravillas.
Es darlas a la Gerencia
muy cabales y cumplidas;
que idea tan filosófica,
por genial y "sabrosísima",
merece, a más de las gracias,
se publique y se repita.
"Pepe": por eso me encargan
los muchachos que le diga,
que si el año venidero
sigue soplando la "brisa",
es lástima que se pierda:
busque Ud. otra matica,
que no faltarán filósofos
que lo acompañen y digan
estas razones al griego:
¡Sal, amigo, de la pipa;
ven a almorzar con nosotros,
que esto sí es Filosofía!

José A. del Valle