Libreta 6a. Pág. 245 - Obra No. 598
Inspirado en las Coplas de Jorge Manrique analiza
cuan diferentes son las aguas “de los ríos (que por
este mundo) marchan hacia el mar del morir”

Dos Mares

Nuestras vidas son ríos que marchan
hacia el mar del morir...¡y de prisa!
Eso, Jorge Manrique, dijiste
traspasado por pena infinita,
en la más elocuente y más tierna
de las elegias.
Nuestras vidas son ríos; ¡sin duda!
Pero, ¡qué distinta
es la suerte que aguarda a las almas
tras el curso fugaz de la vida!
Porque hay ríos que son turbulentos;
saturados de negra inmundicia;
que son un reguero
de rencor, de maldad y lascivia...
y los hay que son límpidos, claros,
de serenas y plácidas linfas;
que son cantos de amor y ternura
y raudales de santa alegría.

Y ¿posible será que consienta
la eterna Justicia
que en un mar se confundan por siempre
las aguas podridas
con aquellas que copian el cielo
por claras y límpias?
¡No! Dos mares distintos esperan
a unas aguas que son tan distintas:
A las turbias, el mar de la muerte;
a las claras, el mar de la Vida.

José A. del Valle
San Juan de puerto Rico, 13 de Abril de 1977