El Payaso y el Guardia

o  Un Viejo Chiste  

Bajo un farol que alumbraba
la calle con luz no escasa,
un payaso, de su casa
la llave, ansioso, buscaba.

Vueltas y revueltas dio;
y al verlo en esa faena,
para remediar su pena,
un guardia se le acercó.

-¿Qué ha perdido, ciudadano,
que ha dado vueltas sin tasa?
-Pues, la llave de mi casa
que la llevaba en la mano.

Hizo, amable, el policía
en la búsqueda su rol,
bajo la luz del farol,
clara, como la del día.

Y, había que ver el caso:
Aquello no se acababa;
si vueltas el guardia daba,
más vueltas daba el payaso.

Hasta que el guardia, cansado
de tanto y tanto buscar
se le ocurrió sospechar
que allí no la había largado,
 
y le dijo: Convencido
estoy de que aquí no está.
Solamente Dios sabrá
en dónde la habrá perdido.

Y el payaso al policía
le dijo sin dilación
señalando a un callejón
que desde allí se veía:

-En esa oscura calleja
fue donde se me cayó.
Y el guardia le respondió:
Usted perplejo me deja.


Si se le ha perdido allí,
¿no comprende criatura,
que es una enorme locura
estarla buscando aquí?

-Aunque allí se me perdió,
mi amigo, comprenda usté
que bajo el farol se ve
y allá en la calleja no.

José A. del Valle
San Juan de Puerto Rico, 21 de Febrero de 1977