¡ Escucha !

Quiero agarrarte, tiempo, por el pelo
y sentarte a mi lado
para que no me arrastres en tu marcha.
Ofréceme un remanso.
Un remanso en que el río de mi vida
repose algunos años.
Quiero un reposo cálido y viviente;
no el reposo de un río congelado.
Quiero seguir viviendo,
que es seguir laborando.
Quiero que mente y corazón prosigan
del arte en el trabajo.
Quiero que el árbol de mi vida siga,
aunque viejo está ya, fructificando.
Se fue mi juventud; Me la llevaste
con tu correr precipitado y raudo
en sólo un santiamén. Porque aún me quedan
impulsos y entusiasmo,
los quiero aprovechar. ¡Escucha, tiempo!
¡Por favor, por favor, no corras tanto!

José A. del Valle
San Juan de Pto. Rico 31 de Dic. De 1975