A Cervantes

Don Miguel de Cervantes Saavedra!
Honor y gloria de la hispana raza!
Ingenio el más fecundo entre los tantos
que pulieron la lengua castellana!
Si hoy ante ti los corazones todos,
salvando la distancia
de cuatro largos siglos
que de tu vida insigne los separa,
se postran reverentes
y te saludan y bendicen, cantan
al par que a tu figura gigantesca
y a la gloria del héroe de la Mancha,
la nobleza de España y su hidalguía;
de su ingenio agudísimo, la gracia;
de sus hijos las rígidas virtudes;
de su fe la raigambre y la pujanza;
de sus nobles empeños, el denuedo;
de su arrojo y valor, la catarata;
porque en ti, Don Miguel, tan altos dones
supo volcar como en crisol la patria,
y al fuego de tu afán surgió esa joya
que espejo es fiel de la gloriosa España;
esa antorcha gloriosa del Quijote
que tanta luz derrama sobre el alma;
ese faro inmutable que los siglos
más cada vez cimientan y levantan,
y que va a las edades repitiendo
con sus guiños: ¡Así es España!

José A. del Valle