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Libreta 6a.  Pág. 8 - Obra No. 459
Gracias a esta carta a su familia, conocemos una jornada en su vida


Carta Romance,

a mi Familia en Miami

Violeta, Teo y Carlitos:
Este sencillo romance
lleva, además de un saludo
cordialísimo y amable,
la súplica del perdón
sincero de vuestra parte,
por no escribiros dos letras
como es mi deber de padre,
en qué sé yo cuántos meses.
Sin que la cuenta me falle,
los mismos, exactamente,
que hace que vivís en Miami.

Y ahora, después del exordio,
voy a ofreceros detalles
de mi trabajada vida,
sin mentir y sin alarde.
Me levanto de la cama
antes que el sol se levante,
puesto que a las cinco en punto
(lo mismo que hacen los frailes)
estoy en pie. De rodillas
lo hago en la iglesia más tarde,
cuando llego a Río Piedras,
que es en donde está la Capri
donde trabajo. Después
de dejar en buena parte
parqueado el carro, es que voy
ante Dios a arrodillarme.
Tras de la Misa, al trabajo.
De éste puedo asegurarles
que son once largas horas
las que tengo que soplarme
en un contínuo correr,
porque hay público de balde.
De siete de la mañana
hasta las seis de la tarde
con tan sólo media horita
para mitigar el hambre,
me la paso entre polyesters,
y dracones y percales.
Arranco a las seis y tantos,
si el carro quiere arrancarme,
porque me está cancaneando
de cierto tiempo a esta parte.
Cojo la Sesenta y cinco
y a las siete de la tarde,
por no decir de la noche,
llego, y mi Fela, al besarme,
como por arte de magia
el cansancio lo deshace.
Tras de tan largo relato
pongamos punto y aparte.

Cuando coja vacaciones
iremos a visitarles.
¿Que cuándo me las darán?
Eso sólo Dios lo sabe.
Esas cuatro decimitas
que quiso Dios inspirarme,
son las que todos los años
escribo por Navidades.

A Carlitos muchos besos.
Dénselos hasta cansarse.
Otros tantos para ustedes
y quiero significarles
que aunque tarde en escribirles,
sea en prosa o sea en romance,
no los olvida y a Dios
los encomienda, su padre.

José A. del Valle

P.D.
Perdonen, hijitos míos
los defectos del romance;
que fue escrito a vuelapluma,
con mucho sueño, y muy tarde.

S. Juan de Pto. Rico 13 de Nov. de 1974