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Libreta 3a.  Pág. 239
Obra No. 248 – En un Romance le canta
en una carta, lleno de emoción y recuerdos,
al pueblo nativo de su cuñado, en Asturias.

Nostálgico Sueño

Carta a mi cuñado Jaime Gutiérrez
Moca, R. Dominicana.

Jaime: Al escribir tu nombre,
llega a mi mente volando
en las alas del recuerdo,
tu pueblecito: Torazo.
Y veo el rincón aquel
donde corriste, jugando,
siendo niño, en compañía
de tus queridos hermanos,
de Castiello, en la aldehuela
que se encuentra a pocos pasos.
Y veo aquella mansión
que ha poco ustedes alzaron,
y en la que a Fela y a mí,
Loly y Bienvenido, halagos,
un almuerzo suculento,
unos exquisitos tragos,
y mil atenciones más,
gozosos nos prodigaron.
Y voy por aquel camino
lentamente, paso a paso,
contemplando aquellas casas
cargadas de tantos años,
que a un lado y otro se yerguen,
y que parecen hablarnos
de su pasada grandeza
y su grandioso pasado.
Y leo las inscripciones
que en sus fachadas grabaron
aquellos que las vivieron,
y me parece mirarlos
bajo aquellos soportales
y aquellos aleros bajos,
al declinar de la tarde
sentados en toscos bancos
que con toscas herramientas
ellos mismos fabricaron.
Y contemplo su vivir
apacible, sosegado,
sereno, dulce, tranquilo;
y sin querer, lo comparo
con el que tú y yo tenemos:
febril, desasosegado,
lleno de mil inquietudes
y terribles sobresaltos,
y quisiera...¡quién pudiera!
hacer presente el pasado;
darle marcha atrás al tiempo,
y cogerte de la mano;
halarte y gritarte: ¡Jaime!
¡vámonos para Torazo!
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Sigue mi mente su viaje
por aquel camino largo,
de pendientes y de curvas
y de ribazos formado,
y llego a la Covertoria:
natural anfiteatro
que Dios todopoderoso,
con su prodigiosa mano,
creó para que del hombre
fuese deleite y regalo.
Gira la vista en redondo
por aquellos verdes campos
que circundan la montaña
y que se van levantando
a medida que se alejan
formando el anfiteatro,
y quedo absorto un momento
ante el grandioso escenario.
Y voy después, lentamente,
dulcemente, contemplando
el verde mar de follaje
de regias casas ornado.
Mas...veo que no estoy solo:
que Bienvenido y Eduardo
también en la Covertoria
están conmigo gozando
de las bellezas sin cuento
de aquella tierra de encanto,
bajo la tibia caricia
del tibio sol asturiano.


Esta escena que el recuerdo
fue en mi mente dibujando;
estos campos de tu tierra
que se han quedado grabados
de mi mente en lo más hondo,
me tienen, Jaime, nostálgico:
que suspiro por Asturias,
por sus valles y picachos,
como por Cuba suspira
quien es poeta y cubano,
y sufre en el Norte frío
un exilio lento y largo.
Pero mis suspiros, Jaime,
sé en oración transformarlos:
con ella pido al Dios bueno
que a la vuelta de dos años
pueda, contigo y los tuyos,
volver de nuevo a Torazo;
subir a la Cobertura,...
y ver aquel escenario
todo paz y poesía,
todo reposo y encanto,
bajo la tibia caricia
del tibio sol asturiano.


Fraternalmente en Cristo,

José Andrés del Valle

Paterson, 13 de Abril de 1963
(Sábado Santo)