Ép. y Míst. Pág. 91 - Obra No. 34
Poesía Lírico Patriótica

El 24 de Febrero


Poesía para ser recitada en
"El Centro Progresista" de
Guanajay, la noche del
24 de Febrero de 1937

En alas de la rauda fantasía,
venid, venid conmigo;
que del pasado en el desierto inmenso
hay un valle tan tétrico y sombrío,
tan poblado de escenas dolorosas,
tan colmados de penas y quejidos,
que el negro pozo del oscuro infierno
ante él es dulce y regalado asilo.

Llegamos ya; mirad, mirad su fondo
si es que os dejan las sombras percibirlo.
Inclinaos, no temais, que es imposible
que hoy os pueda absorber el precipicio.
“Valle de Esclavitud”; tal es el nombre
que le ha dado la Historia, y yo confirmo.
Inclinaos y mirad a aquella parte
donde es más negro y lóbrego el abismo.
¿Veis allí una mujer? Es ella; ¡es ella!
Nuestra madre sufriendo cruel suplicio
aherrojada a la roca de la inercia
con el grillo infernal del despotismo.
¡Ha mucho tiempo ya que sufre y llora
tan bárbaro martirio...!
tanto, que aquel arroyo son las lágrimas
que vertió en el decurso de los siglos.
Pero, apartad los ojos, y escuchadme:
Sólo un instante, por favor, os pido;
que quiero que olvidéis una leyenda
que corre en labios de quien no es buen hijo,
y que yo, desvirtuarla
por mi sangre española he prometido.

Cuentan que una matrona,
nuestra abuela, tan digna de cariño,
la condenó con impiedad de hiena
al injusto suplicio.
Pero, no, ¡no! que si aguzáis los ojos
podréis ver en el fondo del abismo
una legión de enanos y de gnomos,
de crueles entecillos,
pequeños, miserables,
tan miserables como el polvo mismo
que huellan con sus plantas, ajuntándole
con duras manos los pesados grillos;
y una bandada de infernales aves,
de negros buitres de acerado pico,
que en la sagrada entraña de la víctima
osó erigir su nauseabundo nido
para beber mejor la sacra sangre
con que aplaca su  sed y su apetito.

Pero, mirad; mirad a esotra parte
donde hay también oscuridad de abismo,
y veréis como yo, de gozo llenos,
por la fe y la esperanza estremecidos,
una legión de bélicos centauros
rompiendo las malezas del camino
con la frente del Genio (1) por antorcha
y esgrimiendo la espada del civismo.
Nuestros hermanos son, que van dispuestos
a romper las cadenas con un grito;
que las cadenas que el tirano forja
mejor las rompe el alma que el martillo.
Escuchad, escuchad; ya ha resonado;
tembló a su empuje el tenebroso abismo;
se estremecieron del oscuro valle
los sólidos cimientos de granito,
y huyeron aterrados,
para hundirse en la noche del olvido,
los gnomos, los enanos,
los buitres y los crueles entecillos;
y rodaron al cieno de la nada
también en anda y cieno convertidos,
los hierros inclementes que forjaron
el error, la maldad y el egoísmo;
y altiva, triunfadora,
de frente a un nuevo sol que ya ha surgido,
nuestra madre, ya libre, se levanta
y entona a Dios de gratitud un himno
cuyo eco dulce, arrobador, sonoro,
y el eco atronador del justo grito
hoy resuenan aquí; hieren las cuerdas
de la lira inmortal del patriotismo,
¡y ésta los lanza a pregonar el triunfo
por la bóveda azul del infinito.

José A. del Valle
(1)Martí