Libreta 3a. Pág. 16 - Obra No. 145 
Metáfora sublime en un Romance Místico

Esponja Soy


Soy una esponja impregnada
toda del amor de Dios.
Y, ¿qué importa que me exprimas
si dentro del mar estoy.
Y he de quedar como estaba
tras del furioso apretón
¿Como estaba? ¡no! Presiento
que habré de quedar mejor:
No olvides que soy esponja
que dentro del mar estoy.
De ese mar todo dulzura
que es el santo amor de Dios,
cuyas aguas más penetran
mientras más hiere el dolor.
No olvides que soy esponja
y que, porque esponja soy,
si me aprietas y me estrujas...
¡ más me llenaré de Dios!

José A. del Valle
Madrid, 1o. De Junio de 1961
Día de Corpus Christi.