Libreta 4a.  Pág. 15  -  Obra No. 287 –
En elocuente Silva lamenta el no poder hablar en Inglés; agradece
al pueblo americano el haberlo recibido como exiliado; muestra el Cursillo
como la mejor arma contra el comunismo; y con su persona y la de los
puertorriqueños asistentes, hace a España, creadora de los Cursillos, presente.

Dos Razones

En la clausura del Primer Cursillo de Cristiandad
dado en Inglés en la ciudad de Newark, U.S.A.

Hermanos en Jesús: perdón os pido
por estar aquí hablándoos en mi lengua.
No sabéis, en verdad, cuánto lamento
no saber expresaros en la vuestra,
la gratitud que os debo
por franquearme las puertas,
cuando el odio brutal del comunismo
me lanzó de mi tierra.
No sabéis, en verdad, cuánto lamento
no saber relatar en vuestra lengua,
el milagro de amor que yo he vivido,
del pueblo americano en la presencia:
el milagro de verme entre vosotros,
cual si mis propios compatriotas fuérais.
Cuando la buena voluntad nos rige,
la comprensión impera.
Cuando el amor es alma de las almas,
no hay idiomas distintos ni fronteras.

Pero tengo que hablar por dos razones:
es la primera de ellas, la obediencia.
La obediencia a mi Párroco, que quiso
que su Parroquia, en la Clausura esta,
diese de su alegría
por este medio, jubilosas muestras,
lanzando un ardoroso ¡de colores!,
que es grito de entusiasmo en esta fiesta,
al propio tiempo que con él os dice:
¡americanos! ¡por Jesús! ¡alerta!
que el comunismo con sus malas artes,
calladamente os oye y os acecha,
y tenemos un arma: ¡los cursillos!
¡Salvaguarda gloriosa de la América!

Es la segunda, la razón del alma.
Del alma de un poeta
que es, a más de cubano,
español y cristiano hasta la médula.
Sé que sabéis que en la gloriosa España,
por ser tierra de santos y de ascetas,
surgieron los cursillos para gloria
de Jesús, de María y de la Iglesia.
Es por eso que España,
que es alma y vida de tan santa gesta,
de este primer Cursillo
que esta ciudad ha dado en lengua inglesa,
está aquí en su Clausura, para daros,
aunque sea en su lengua,
muestras de su alborozo
y de su amor a Jesucristo muestras.

España está presente:
que os abrazan por ella
gritando al mismo tiempo, ¡de colores!
estos que hablan mi lengua y vuestra lengua;
estos puertorriqueños empeñados
en mostrar de Borinquen la nobleza;
estos hombres que son, a más de hispanos,
cursillistas de veras
y cuyo abrazo es español abrazo
en Cristo y en la Iglesia.

José A. del Valle
Paterson 17 de Mayo de 1964